El turismo en México se ha convertido en un sector estratégico del país, ya que tiene una alta capacidad para generar empleo y también tiende a ser muy competitivo con el sector exterior; por lo que si se logra incentivar el turismo y por ende la inversión, el comercio y los servicios garantizarán un derrame económico significativo y desarrollará encadenamientos productivos obteniendo un incremento del bienestar social.